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Cómo prevenir el Ictus: Consejos para reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular

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El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una de las principales causas de discapacidad y muerte en todo el mundo. Afortunadamente, existen medidas efectivas que puedes llevar a cabo para reducir el riesgo de sufrir un ictus. En esta entrada del blog, te damos algunos consejos prácticos para prevenir el ictus.

Factores de riesgo del ictus

Para prevenir un ictus lo primero que debes saber es cuáles son los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. Entre estos factores de riesgo existen unos que están en nuestra mano poder modificar y otros factores de riesgo que no son modificables

Algunos de estos factores de riesgo del ictus modificables son la hipertensión arterial, el estrés, el tabaquismo, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad, la falta de actividad física y una dieta poco saludable, entre otros que ahora explicaremos más detalladamente. En cuanto a los factores de riesgo que no podemos modificar nos encontramos con la edad, el género y los antecedentes familiares de enfermedades cerebrovasculares. 

Es importante tomar medidas cuanto antes para reducir aquellos factores de riesgo que sí son modificables y adoptar un estilo de vida saludable para prevenir el ictus. Aquí te dejamos algunos consejos, porque cuidar de tu salud debe ser una prioridad en tu vida.

Consejos para prevenir el ictus

Controla la presión arterial

La hipertensión arterial es un factor de riesgo muy importante del ictus. Si tienes la presión arterial alta, es importante que sigas todas las indicaciones de tu médico para controlarla. Esto puede requerir algunos cambios en la dieta, aumentar la actividad física, la toma de medicamentos pautados por el médico, así como otras terapias recomendadas por tu médico.

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Controla la diabetes

La diabetes es otro factor de riesgo importante para el ictus. Si tienes diabetes, habla con tu médico para controlar tus niveles de azúcar en la sangre, ya que además de la medicación pautada, los cambios en la alimentación y la práctica de actividad física de forma regular son esenciales.

Deja de fumar

Fumar aumenta el riesgo de sufrir un ictus, así como otros problemas de salud. Si fumas, es importante que dejes de hacerlo. Tu médico puede ayudarte a encontrar recursos y apoyo para dejar de fumar.

Trabaja en la reducción del estrés

El estrés crónico es otro factor de riesgo del ictus. Trabaja en la reducción del estrés a través de diferentes técnicas de relajación. Si quieres empezar hoy mismo el camino hacia la tranquilidad y la salud pero no sabes cómo o te parece imposible, podemos ayudarte.

Hemos creado un programa online de técnicas de relajación. Este programa de relajación es la herramienta perfecta para ayudarte a calmar el estrés, facilitar tu descanso nocturno y relajar tus músculos para disminuir la tensión en tu cuerpo. ¡Empieza a disminuir tus niveles de estrés!

Mantén un peso saludable

El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de padecer un ictus. Mantén un peso saludable, para ello realiza una dieta saludable y equilibrada y realiza ejercicio físico con regularidad.

Reduce el consumo de alcohol

El consumo en exceso de alcohol puede aumentar el riesgo de sufrir un ictus, así como de padecer otros problemas para la salud. Si bebes alcohol que sea con moderación.

Controla el colesterol

El colesterol alto es otro factor de riesgo para el ictus. Sigue las pautas de tu médico para reducir tus niveles de colesterol, como puede ser realizar cambios en tu dieta, aumentar la actividad física que realizas y seguir rigurosamente con la medicación prescrita por tu médico.

Conoce tus antecedentes familiares

Si tienes casos de familiares que ya han tenido un ictus, también es un factor de riesgo para sufrirlo tú. Habla con tu médico sobre las medidas que puedes tomar para reducir tu riesgo.

Haz ejercicio regularmente

Como ya te habrás dado cuenta, la actividad física realizada de forma regular es fundamental para reducir el riesgo de sufrir un ictus. Realiza al menos 30 minutos de actividad física moderada al día, como caminar, coger la bicicleta o nadar.

Si sufres alguna patología que te impida realizar algún deporte, tenemos un programa online de ejercicio terapéutico adaptado a personas con dificultad de movilidad y personas mayores, donde se trabajan todos los grupos musculares, el equilibrio, la coordinación y estiramientos, para que todos puedan mejorar su salud y calidad de vida.

Ejercicios para ictus

Come una dieta saludable

Del mismo modo, la alimentación tiene un papel fundamental a la hora de prevenir un ictus, ya que una dieta saludable puede reducir el riesgo de ictus. Acostúmbrate a tener una dieta equilibrada, que sea rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras. Evita aquellos alimentos procesados, ricos en grasas saturadas y azúcares.

Realiza chequeos regulares

Es importante que te hagas chequeos médicos de forma regular para controlar tu salud o detectar cualquier problema que pueda aparecer rápidamente. Si tienes factores de riesgo para el ictus, es posible que tu médico quiera programar chequeos más frecuentes.

Conclusión

La mejor forma de prevenir el ictus es la combinación de cambios en el estilo de vida y un seguimiento médico regular. Recuerda que para adoptar un estilo de vida más saludable, debes incluir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con frecuencia, reducir el estrés, llevar un control de tu presión arterial y realizar chequeos médicos para controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre.

En Fisioterapia Evolución estamos especializados en fisioterapia neurológica y por tanto podemos ayudarte en la rehabilitación tras el ictus. Pero como pensamos que más vale prevenir que curar, también tenemos diferentes programas que pueden ayudarte a prevenir el ictus tanto de forma presencial como online. Si tienes antecedentes familiares de ictus o factores de riesgo para sufrir un ictus, no dudes en contactar con nosotros para explorar las opciones de tratamiento y prevención disponibles para ti. Con la ayuda adecuada y un compromiso de cuidado personal, es posible reducir significativamente el riesgo de sufrir un ictus y mejorar la calidad de vida.