El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, es una emergencia médica que puede tener consecuencias graves e incluso mortales si no se trata a tiempo.
En el artículo de hoy, nos vamos a centrar en los principales síntomas del ictus. Conocer y reconocer fácilmente los síntomas del ictus es fundamental para los familiares y cuidadores de aquellos pacientes que ya han sufrido un ictus, ya que reconocer los síntomas a tiempo puede ser clave para un tratamiento rápido y efectivo. También hablaremos sobre la fisioterapia y la rehabilitación después del ictus, ya que estas terapias son importantes para recuperar la función cerebral y física después de un ictus.
¿Qué es el ictus?
El ictus es una condición médica en la que el flujo de sangre al cerebro se interrumpe, esto puede ser debido a dos causas, a un coágulo o una hemorragia.
El cerebro necesita un suministro constante de oxígeno y nutrientes para funcionar correctamente, y cuando el flujo de sangre se interrumpe, las células cerebrales pueden morir en cuestión de minutos, lo que conocemos como necrosis. Esto puede provocar una variedad de síntomas, desde síntomas leves hasta los más graves. Los síntomas que aparezcan van a depender principalmente de la localización del daño cerebral y de su extensión (entre otras variables). Por eso siempre os digo que no podemos comparar el ictus de nuestro familiar con otros casos de conocidos, ya que para mí no existen dos ictus iguales.
Principales síntomas del ictus y cómo reconocerlos
Es importante reconocer los síntomas del ictus para poder actuar rápidamente y obtener un tratamiento médico de emergencia. Los síntomas pueden variar dependiendo de la parte del cerebro que se haya visto afectada, pero algunos de los síntomas más comunes y que debemos conocer son:
- Debilidad o adormecimiento de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en la mitad de un lado del cuerpo (mitad derecha del cuerpo o mitad izquierda). Para ello podemos pedir que levante los dos brazos y observar si uno lo levanta menos (o no lo levanta) en comparación con el otro.
2. Dificultad para hablar o comprender el habla (el paciente intenta hablar pero no vocaliza correctamente, dice palabras sin sentido o no comprende lo que le decimos).
3. Confusión o dificultad para pensar con claridad (si le realizamos una pregunta sencilla no sabría respondernos).
4. Problemas de visión, como visión doble o pérdida de visión en un ojo (esto muchas veces puede pasar desapercibido, una pista que nos sugiere que hay problemas visuales es si le pedimos que intente tocar un objeto y observamos que le cuesta ir con la mano de forma directa hacia el objeto).
5. Mareo o pérdida del equilibrio (llegando incluso a caer al suelo). Podemos pedirle que camine en línea recta y vemos si hay desviaciones en su trayectoria.
6. Dolor de cabeza repentino e intenso, (a menudo descrito como el peor dolor de cabeza de su vida).
Si observas en tu familiar alguno (o varios) de estos síntomas, llama inmediatamente al 112 o acude al servicio de Urgencias más cercano. En estos casos el tiempo apremia, y cuanto antes se diagnostique y se trate el ictus, mayores serán las posibilidades de una recuperación completa.
Fisioterapia neurológica después del ictus
La fisioterapia es una parte muy importante de la recuperación del paciente después de haber sufrido un ictus, ya que en la mayoría de ictus hay alguna secuela física. Después de un ictus, muchas personas experimentan debilidad o pérdida de movimiento o de la función en un lado del cuerpo, así como afectación del equilibrio. La fisioterapia puede ayudar a restaurar la función física y mejorar la calidad de vida.
Desde la fisioterapia neurológica se trabajará con el paciente para desarrollar un plan de tratamiento individualizado tras una exhaustiva valoración. Esto puede incluir ejercicios de fortalecimiento, técnicas de equilibrio y coordinación, actividades para mejorar la movilidad y trabajo de reeducación de la marcha, entre otras muchas opciones que existen dentro de la neurofisioterapia.
La fisioterapia neurológica también puede ayudar a prevenir complicaciones que aparecen con frecuencia un tiempo después de sufrir el ictus. Algunas de estas complicaciones que aparecen a posteriori puede ser dolor del hombro hemipléjico, deformaciones articulares, adopción de malas posturas y contracturas musculares en el lado sano del cuerpo por compensaciones.
Además, un fisioterapeuta especializado en neurología puede ayudar al paciente a adaptarse a cualquier discapacidad permanente y enseñarle técnicas para mantener su independencia o el manejo de ayudas técnicas como podría ser el uso del bastón o andador.
Rehabilitación después del ictus
Además de la fisioterapia neurológica, es posible que el paciente necesite de otros profesionales para la rehabilitación de otras áreas funcionales que se hayan visto afectadas. Algunas de estas profesiones que pueden intervenir en la rehabilitación del paciente son:
- Logopedia: Desde la logopedia se busca ayudar al paciente a recuperar la capacidad de hablar y entender el lenguaje. Un logopeda trabajará con el paciente para mejorar la pronunciación, la fluidez y la comprensión del habla. Además también rehabilitan problemas de deglución como son los atragantamientos al beber líquidos o al comer.
- Terapia psicológica: Después del ictus, muchos pacientes experimentan cambios emocionales y psicológicos. El psicólogo puede ayudar a los pacientes a lidiar con el miedo y la ansiedad, y puede ser útil en el manejo de la depresión y problemas emocionales, entre otras muchas afectaciones.
- Terapia ocupacional: El terapeuta ocupacional entre otras funciones, se centra en reentrenar al paciente para realizar las actividades cotidianas, como puede ser vestirse, cocinar y limpiar, que pueden haber sido afectadas por el ictus. Un terapeuta ocupacional trabajará con el paciente para desarrollar técnicas para hacer estas actividades diarias de manera más efectiva y segura.
Conclusión
Y recuerda que, si en algún momento detectas estos síntomas de ictus en alguna persona, busca atención médica inmediatamente. Con un tratamiento rápido y apropiado, las secuelas del ictus serán menores.
Por cierto, la prevención del ictus es también muy importante. Adoptar un estilo de vida saludable y poder gestionar factores de riesgo conocidos pueden ayudar a prevenir el ictus, pero eso ya os lo explico en la entrada Cómo prevenir el ictus.